“Si siguen los robos el club deberá cerrar sus puertas”, lamentó Carlos Acosta, presidente del Club Sportivo Entre Ríos. “Ahora nos llevaron herramientas ajenas”, contó.
Desconocidos ingresaron el viernes al depósito del Club Sportivo Entre Ríos, ubicado en inmediaciones de la calle Salvador Caputo 2650, tras forzar la puerta de entrada. Los delincuentes sustrajeron herramientas esenciales para el mantenimiento de las instalaciones, incluyendo motoguadañas valuadas en más de 500.000 pesos cada una.
“Éste es el cuarto robo en cuatro meses. En dos ocasiones hicimos la denuncia, ahora considero que no tiene sentido. Creo que la comisaría 15 (con jurisdicción en la zona sudeste de Paraná) está desbordada”, expresó el presidente del club, Carlos Acosta.
“Ayer realizamos un festival solidario en el club, para ayudar al músico Gabriel Corcho González, porque en una actuación en la provincia de Córdoba le robaron el auto con todo adentro, se quedó sólo con su acordeón, porque la tenía en el escenario, ¿Que quiero decir con ésto?, que además de ser un espacio de contención, recreación y deporte para unos 90 chicos de la zona, tenemos como institución una actividad solidaria importante. Es injusto un robo, siempre, pero estamos cansados. No podemos sacar el dinero de nuestros bolsillos”, dijo Acosta.
De hecho, reflexionó acerca de los hechos vandálicos y situaciones de violencia en un contexto de crisis económica como el que se está viviendo: “La delincuencia va a crecer. Los robos van a empeorar. Es lamentable, pero es así”, consideró.
Si bien Acosta insistió en que no vale la pena hacer la denuncia, apuntó a la Jefatura Departamental de Paraná. “Muchas veces desde las comisarías no informan los hechos porque no tienen ningún tipo de solución. Acá en la zona se necesitan destacamentos y herramientas para que los efectivos puedan hacer su trabajo, con dos móviles en jurisdicciones grandes está claro que no se puede dar la debida respuesta por más buena voluntad que se tenga”, explicó.
En este contexto, mencionó que sus colegas del Club de Telefónicos, el verano pasado no pudieron inaugurar la temporada de piletas, porque les robaron los filtros y la bomba de agua, tampoco hicieron la denuncia.
“En uno de los robos nos llevaron caños de cobre, que los delincuentes venden por monedas, pero pagarle al electricista me costó 150 mil pesos”.
El vecino de la zona sureste de Paraná fue contundente: “En éstas condiciones nos es difícil seguir. Muchas veces se puede observar a gente en la plaza Entre Ríos, que creemos que es el lugar donde se juntan en ocasiones a planificar hechos delictivos. Es muy triste todo, pero si ésto sigue así el club se tendrá que cerrar”, concluyó.