Los malvivientes lo engañaron con el relato de una posible devaluación y lo convencieron de dirigirse al banco para extraer el dinero. En la caja de seguridad había ahorros pertenecientes a todo su grupo familiar. Identificaron a los autores.
Un hombre de 80 años fue víctima del denominado “cuento del tío” en Paraná: dos hombres oriundos de Posadas, Misiones, le sustrajeron al menos 350.000 dólares. El hecho ocurrió hace aproximadamente un mes, pero recién en las últimas horas se realizaron allanamientos clave que permitieron identificar a los autores del delito.
Acerca del ardid, se supo que los delincuentes convencieron al hombre de que una devaluación inminente pondría en riesgo sus ahorros. Tras ganar su confianza lo convencieron de dirigirse al banco para extraer el dinero. En la caja de seguridad del adulto mayor también había ahorros de toda su familia, por lo que el perjuicio económico fue aún mayor.
Aunque en la denuncia inicial se habló de una pérdida de 350.000 dólares, los investigadores no descartan que la cifra real supere o incluso duplique ese monto. El caso recayó en manos de la División Delitos Económicos de Entre Ríos, encabezada por la comisario Eliana Galarza, quien lidera la pesquisa que puso el foco en la pista misionera.
Una investigación que cruzó provincias
Gracias al análisis de cámaras de seguridad, sistemas de reconocimiento de fisonomía y datos extraídos de líneas telefónicas e IPs, los agentes lograron reconstruir parte del recorrido de los estafadores y el vehículo utilizado para trasladar a la víctima hasta el banco. En una primera etapa, solo se logró identificar a uno de los implicados, un hombre de Posadas con antecedentes por delitos similares en su provincia.
Fue en esa instancia cuando los investigadores notaron que el sospechoso exhibía en redes sociales un llamativo crecimiento patrimonial, mostrando la reciente adquisición de vehículos de alta gama y otros lujos. A partir de allí, se solicitó colaboración a la Policía de Misiones, activando un operativo conjunto entre Cibercrimen, la Dirección de Investigaciones Complejas y la flamante Fiscalía Especializada en Ciberdelitos.
Ese trabajo permitió no solo confirmar el domicilio del primer involucrado, sino también identificar al segundo: se trata del conductor del vehículo utilizado en Paraná para facilitar el engaño. Con las pruebas sobre la mesa, se ordenaron allanamientos en la capital misionera.