Diego José Albornoz, acusado por el femicidio de Soledad Andino en Victoria, falleció este domingo en el Hospital San Martín de Paraná, donde permanecía internado en terapia intensiva. La investigación judicial será archivada, ya que era el único imputado.
La Jefatura Departamental de Policía de Victoria confirmó este domingo el fallecimiento de Diego José Albornoz, único imputado por el femicidio de Soledad Andino, ocurrido el pasado 13 de mayo en la ciudad de Victoria. El acusado murió en el Hospital San Martín de Paraná, donde permanecía internado en la unidad de terapia intensiva bajo custodia policial.
Según el informe médico firmado por el doctor Néstor Duarte, Albornoz falleció como consecuencia de un shock séptico refractario con falla multiorgánica. Había sido ingresado al centro de salud en estado crítico días atrás, tras haber intentado quitarse la vida luego de cometer el crimen.
El jefe de la Departamental de Victoria, comisario Martín Tello, confirmó a Elonce que “al ser el único imputado en la causa, el único partícipe y responsable, la investigación será archivada”.
El femicidio de Soledad Andino, de 41 años, generó una profunda conmoción en Victoria. La mujer fue asesinada a puñaladas por su expareja, quien violó una orden de restricción perimetral, ingresó por una ventana rota mientras ella dormía y la atacó con un arma blanca. Tras el crimen, Albornoz se fotografió junto al cuerpo de la víctima y envió la imagen a su actual pareja, quien dio aviso a la Policía.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron a Soledad sin vida y a Albornoz aún con signos vitales, con heridas autoinfligidas. Fue trasladado de urgencia a Paraná, donde permaneció sedado, intubado y en estado reservado hasta su fallecimiento.
El comisario Tello también indicó que se secuestraron tres teléfonos celulares, cuyos peritajes “podrían aportar datos sobre los momentos previos al hecho”.
Violencia de género y antecedentes
Soledad había denunciado a Albornoz en noviembre de 2024 por violencia de género. Contaba con una restricción perimetral de 200 metros y un botón antipánico, que no pudo activar porque dormía en el momento del ataque. En diciembre, el agresor ya había violado la perimetral y estuvo detenido preventivamente durante 20 días. Posteriormente, fue condenado a dos años y seis meses de prisión condicional por los hechos previos.